jueves, 17 de mayo de 2012

Estimado desconocido

Cuando la vida fluye desperdigada, en ese momento en el que los vínculos familiares y los apegos afectivos nos agobian, nos ahogan y en muchas ocasiones nos aplastan como una apisonadora brutal e impetuosa... Esos son tal vez momentos de hablar con un árbol, con una pared, con aquél ser que para tí nada significa y que, en definitiva no e sino una prolongación de tí mismo. Todos somos, en esencia el resultado d elo que yo soy más lo que los demás dicen que soy para aquellos que me sienten fuera de mi propia cobertura material. y por ello, cuando nuestra mente lógica y racional, aquella con la que tantas y tantas veces fuimos capaces de vencer y convencer en tertulias y encuentros culturales ya decaidos por el tedio de la estupidez.. hoy ya sencillamente no me funciona, no me sirvepues qué sentido tendría convencerme de aquello qu eno estoy convencido, qué razonamiento pueontrar en un dialogo vacío y absurdo de encuentros que no existnen en realidades que no creo, cuando mwenos no en esas circunstancias... Ah don Miguel, de Unamuno, cuando rezaba el Padrenuestro en aquél "San Manuel bueno y Martir" y aquél creo que se callaba por no creer pero dejando fluir a todo el mundo... y alo dijo Cicerón oh tempore oh more...
Por eso, estimado desconocido, es interesante hablar contigo, incluso tú conmigo si ello te place porque no hay ningún vínculo, ningún apego. Nada ni nadie que nos condiciona pues en suma no soy nadie ante tí ni tu lo eres ante mí, tal vez ese sea el último motivo en última instancia qu etienen los rabinos para rezar mirando a la pared de lo que otro tiempo fu centro de sabiduría y cultura suma y hoy es apenas un mínimo recuerdo nostálgico para quien no practica de su credo aun cuando respeto.
Es por ello, que cuando tengas un problema, quieras explicarlo o exponerlo, no explotes dentro d etí mismo sino más bien fuera ya que fuera hay más sitio y hace en consecuencia menos daño en tanto que, al propio tiempo, sabedor los que te oyeren, desconocidos todos ellos pueden dar opinión imparcial, dado el desconocimietno que de tí tienen.
Así pues, estimado desconocido, confío no dudes, actues, no piensas, sientes, pero sobre todo fluye como el agua por el rio y como el viento entre los árboles para crecer como el bambú...


buen viaje

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