martes, 8 de enero de 2013

¡ Cuesta que cuesta!!!

Dicen que se acaba la Navidad y con ello se inicia eso que le dan en llamar la cuesta de enero aunque, en realidad nunca quedó claro si la cuesta era de subida o de bajada ya que, si se fijan bien, verán como en cuanto llega el siete de enero, y no es San Fermín,, ni seguramente tampoco Pamplona, la gente sale corriendo, en ocasiones con exceso de velocidad y ninguna intención de frenado, directos a todos aquellos locales donde dos día santes no hubieran entrado ni en sus mejores sueños a la espera de, tal vez aquello mismo que vió en la primera semana de cada año... búsqueda de todo punto infructuosa pues aquello bueno y bonito que no por ello barato, fue, en el mejor d elos casos vendido y en el peor devuelto pero NUNCA expuesto en las rebajas al capricho de gente compulsiva que se deja caer por aquella "cuesta" de desncenso sin duda... 
Fíjense sino en un detalle. La misma noche del seis y ahay gente en las pueras de comercios cuyos nombres no citaremos por si piensan hacerse un corte inglés en un arbol o tal vez un hiper o super cor...te cuando en realidad es mucho más fácil con la tienda en casa o con la línea directa que vale más y cuesta menos ¿o era al revés? da lo mismo lo importante es las más pequeñas, esdecir, las más bajas, o lo que es lo mismo las re-bajas.
Como fue cuesta de descenso al ir a comprar y tirar de ese plático mágico qu etodo lo concede y luego nadie sabe quien tiene que pagar... a la vuelta, la misma cuesta ahora tiene que ser de subida, y es po rello que cuando uno va a comprar v apor la cuesta de manera desmedida y al retornar al hogar es agotadora la mencionada cuesta, con más bultos, menos dinero y agotadora lucha encarnizada entre abuelas, domésticas, meticonas, criticonas y algún que otro mericón pues de todo ha d ehaber y si no a ver desde cuando se dijo que hubiera rebajos... así pues, es sabido que las compras en rebajas son cosas de mujeres que para eso tenemos nuestro derecho, afirman ellas, de comprar a despecho después de tanto tiempo de trabajo familiar... y claro, esta circunstancia en los años 40 incluso 50 hasta los 60, tenía cierta cabida pero hoy donde un hombre es un muñeco en brazos de una mujer a la que la ley le ampara para bien o para mal a según se resuelva...  ¿Do quedó aquello de la igualdad? esto es una inversión sí pero desmedida y ahí nos desmelenamos todos ya.
Recuérdese aquel tiempo, años 80 cuando los hombres llevaban faldas y las mujeres americamas, toreras con hombreras y ceñido pantalón... perdimos, como dijo Churchill en una ocasión, en una guerra no se sabe quien gana pero sí sabemos que todos acabamos perdiendo algo.
Y jamás seré yo quien vaya en contra de la mujer, ser más bello y magnífico que puso la vida en este planeta, pero sí es bien cierto que al amparo de esas pobres víctimas calladas y sumisas hay arpías, hipócritas, abusadoras que dispuestas al hundir al hombre que les dió su propia vida no saben cómo hacer daño... y esas no entienden de cuestas, pero sí de dinero de gasto y cuanto más mejor y cuanto más pague otro más compro yo... mas... este  no es el caso de este artículo que hoy les presento sobre el inicia de la cuesta, que no se si cuesta o no cuesta pero ahí está y los demás las vamos llevando subiendo y bajando intentando encontrar el punto medio que era donde se decía, otro tiempo, que estaba la verdadera sabiduría

1 comentario:

Myriam Jara dijo...

Bueno, a mi me gusta comprar, lo reconozco, tanto como que odio esas fechas en las que hay que comprar pero, ojito, yo no exploto a mi pobre víctima, trabajo y mucho así que...aprovecho mi dinero y corro a comprarme regalos jajaja