viernes, 22 de febrero de 2013

Preñadéz teatral




            Estimados amigos y sin embargo desconocidos, esto es algo extraño cuando menos y es por ello que se lo cuento a ustedes y quiero hacerlo público pues ya no puedo contener más esta incertidumbre que retenerlo por más tiempo en mi interior

            Quedé preñado, sí, eso… ciertamente uno toma medidas pero por alguna extraña razón, me sentí acobardado, atemorizado y coaccionado a transigir con sus exigencias y finalmente sucedió lo inevitable… fue por la tarde, sacando al perro de paseo cuando me abordó, me sedujo y finalmente, aunque el perro miraba de reojo, tal vez insinuandome aquello de “yo no quiero saber nada”, caí en sus garras. Fue una experiencia gloriosa, lasciva casi pecaminosa, concupiscente, aquella idea me entraba y Salía por todas las neuronas de mi cerebro como entra y sale el aire por el follaje del bosque… Era una idea ambigua pero persistente, tal vez un suspiro siquiera que me iba volviendo y envolviendo, acariciado con lujuria y pulcritud inocente de una imagen tras otra, como el que encuentra la punta del ovillo y tiras sacando todo el hilo flacido  pero contundente… y ahí fue surgiendo… la locura del placer inconmensurable se enfrió un poco, lo justo para llegar a casa y escribir aquello que se me susurraba al oído mientras andaba presuroso…
           
            Cogi mi pluma de escritura mágica y deslicé aquél plumín suavemente mientras se deslizaba la tinta fluida y cálida por el terso papel, como cantándome todo cuanto tenía que escribir. Mi mujer, como le sucedió al perro, me miraba incrédula al tiempo que sorprendida. No era la primera vez pero tal vez aquella fue demasiado apasionada y resultaba incluso excitante.

-         ¿Estás bien? preguntó indagatoria y dubitativamente
-         Sí sí, es sólo que tengo unan idea y no quiero que se me escape… creo que es interesante

La estilográfica corría sola a sí mismo incluso, era una masturbación de tinta y plumín en toda regla y la idea tornó en obra dramática que fue escrita en apenas un fin de semana, como escriben algunos de los más grandes literatos cuando tienen una inspiración divina o de cualquier otra índole… Cuando la terminé se lo dija de Fuen… mi mujer, de nombre Fuensanta pero que siempre creí era largo en exceso y por ello la llamaba cariñosamente fuen…

-         ya la acabé, mira… es una obra de teatro en dos actos
-         Fuen, con esa sagacidad propia d emujer inteligente y susceptible de curiosidad, después de leer somera y raudamente soltó la frase que tal vez yo, personalmente, nunca hubiera supuesto que diría - ¿Tendrás que representarla? Siendo teatro… es lo suyo


- “Tendrás que estrenarla...", - ni lo pensé” pero de repente me imaginé yo solo conmigo mismo, pensé que aquél preñado salió espontáneamente y sin embargo estaba ahí diciendo he crecido sigo siendo yo… cual feto en el interior de su madre, aquella idea caminaba líbremente por mi cabeza, imagen, escenario, decorados, indumentaria atrezzo… la locura iba tomando forma, ya casi lo veía representado delante de mí y yo me veía como el director de aquello… así pues, actores, ensayo, repasos, vestuario, maquillaje, decorados… todo iba saliendo y creciendo mientras aquello fue tomando forma y cada vez forma más perfecta y esbelta… empezaba a ser una obra de teatro, algo glorioso no carente eso sí de ardores, nauseas y vómitos, noches de insomnio, de preocupaciones de cuestiones baladíes que sin embargo proporcionaban dolores de todo tipo…

      Finalmente, llegado el tiempo, germinada la obra y habiendo siendo de tamaño y forma deseosa para una salida airosa al mundo, mi bebé, aquél ser que quiso ser convertido en laminas de celulosa y tinta decidió aparecer en sociedad en un escenario real con todos los  elementos de una representación majestuosa de Calderón, Lorca o el gran Félix, Lope de Vega se entiende. Era un momento de confusión, de romper aguas, el telón se desliza, que no corre, suavemente y se va abriendo el útero de mi vida mientras emerge suavemente el principio de mi primer recién nacido… sale un actor, otro, comienza el diálogo, el movimiento se atasca pero sigue, duele ver fallos o problemas pero sigo adelante, no puedo detenerme, no ahora no, no es posible, la vida sigue y yo con ella, es el momento de tirar adelante… sigue sigue sigue... el escenario se para, las pulsaciones se elevan, el calor es insoportable… hay que seguir ahora a  medias no hay tiempo de un forces… aprovecha tus dotes de medicina literaria y sigue adelante… confío que los demás hagan su parte correctamente y me van por donde voy me ayuden, necesito algo de apoyo logístico y comprensión… un poco más, ya… vamos situando el final, todo el mundo lo ve claro ya por donde y como de que forma sale…está está está fuera, ya… por fin… salió….

      La obra fue consumada ... pero, como todo parto que se precie, el bebé no vino al mundo hasta que hay un estallido de guerra y dicha y felicidad todo unido y todo a la vez… : “los aplausos” , sin duda la dicha de un embarazo y un parto feliz sin complicaciones yo, lleno de satisfacción como todo recién parido, me emocioné tanto que lloré, lloré lágrimas de dicha y azúcar porque ahora solo queda que sea feliz, que sea correspondida conmigo y yo con ella y que el día de mañana cuando esté sola en el mundo, sea capaz de recordar a su padre con honradez y honor y  yo a ella… 

Rafael Castro Martín

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